28 AGOSTO 2013 // 2012 fue un año de referencia para la industria europea del etiquetado autoadhesivo. El consumo total de etiquetas de 2012 –5.780 millones de m2– supone el doble de la cifra aproximada de 2.840 millones publicada por EPSMA de 1996, el año a partir del cual manejamos los datos. No obstante, el sector tardó unos siete años en llegar a la mitad de esa cifra, y de 2003 en adelante (primer año de publicación de las estadísticas de FINAT), el resto del crecimiento conllevó casi diez años. Este dato ilustra que el ritmo de expansión de la industria ha ido desacelerándose.
La ralentización del crecimiento anual que se produjo entre mediados de 2005 y mediados de 2008 se vio mitigada por los índices de crecimiento superiores (aunque también en línea descendente) de los films para etiquetas. A partir de mediados de 2008, la crisis internacional afectó de lleno a la industria, con un descenso enorme en 2008-2009, que se “corrigió” con el alza exagerada de 2009-2010 y la recaída de 2010-2011. En la primera mitad de 2012, se observaron indicios de una recuperación modesta, lastrada, sin embargo, por la prolongación de la recesión en varios países europeos como consecuencia de las medidas aplicadas por los gobiernos para equilibrar los presupuestos y restaurar la confianza en el euro.
Entre 40.000 y los 45.000 millones de metros cuadrados
Según los datos de Labels and Labeling Consultancy, la demanda internacional de etiquetas (de todos los tipos de tecnología) se sitúa entre los 40.000 y los 45.000 millones de m2. Alrededor del 30% de este volumen se consume en Europa.
A escala internacional, es decir, mercados emergentes incluidos, las etiquetas encoladas en frío siguen dominando el sector con una cuota del 46%, seguidas por las etiquetas autoadhesivas, 37%, las fundas, las etiquetas envolventes y las etiquetas en molde, con cuotas del 8%, el 6% y el 2%, respectivamente. La razón estriba en que el etiquetado autoadhesivo está menos desarrollado en los mercados emergentes. Tal y como se menciona en la introducción, las etiquetas autoadhesivas dominan el mercado si tenemos en cuenta solo Europa y Norteamérica.
Si bien el consumo medio de etiquetas autoadhesivas por cápita en Norteamérica –en torno a los 15 m2– es similar al de los mercados “maduros” de Europa occidental, existen grandes diferencias dentro de la propia Europa, que van de los 3-4 m2 en el este y el sudeste del continente a los 20 m2 en algunos países del norte de Europa, lo que sitúa el consumo medio por cápita en 6-8 m2 (véase la figura 1). En otras palabras, la industria del etiquetado todavía tiene posibilidades de crecimiento considerables en el continente europeo.
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